Senderismo: Los Antiguos Caminos de Herradura de Felix - Almería

Antes de la llegada de los coches y tractores al entorno rural, los únicos medios de transporte y carga eran los mulos, burros y algunos caballos. Con ellos se labraba la tierra, se transportaban los productos y materiales agrícolas y permitían desplazarse hasta otros pueblos a los secanos y a las vegas. Para poder acceder hasta los secanos y vegas con los animales o andando se construyeron unas vías de transporte radiales que conectaban el Pueblo con todos los rincones del municipio y con otros pueblos vecinos. Había caminos principales de los que salían innumerables caminos secundarios o veredas que llegaban hasta el último rincón del municipio. Todos estos caminos se construyeron a base de balates y tierra hasta conseguir hacer el camino transitable. Su ancho era el suficiente para permitir el paso de los animales o personas andando, por lo que normalmente tenían apenas un metro de ancho y en algunos casos como mucho dos metros. En las cuestas, para que los caminos fueran mas transitables, se iban haciendo revueltas para tratar de allanar lo máximo posible y suavizar la pendiente. Para evitar que el agua de lluvia destruyese estos caminos se hacían unos trancos de piedra o tierra y unos taludes que guiaban el agua fuera del camino. A pesar de estos trancos y taludes, después de la época de las lluvias era necesario arreglar los caminos echando tierra y piedras y tapando las barranqueras que había formado el agua.

Antiguo camino del Barranco

Algunos de los principales caminos de Felix eran el Camino de la Sierra, el del Marchal, el de Berchul, el camino del Barranco, el camino de Almería, el de Vicar, el camino del Campo, el del Zapo, etc, etc.

No se sabe exactamente cuando fueron construidos estos caminos de herradura, pero seguramente algunos de ellos se realizaron cuando los primeros pobladores del municipio empezaron a transformar la tierra para cultivarla. Desde el principio de los tiempos estos caminos se han conservado casi como cuando se construyeron, hasta que en apenas tres o cuatro décadas, con la progresiva llegadas de los coches y los tractores al mundo rural, los mulos y burros se han ido dejando de usar y han ido desapareciendo, lo que ha hecho que los caminos de herradura hayan perdido su utilidad, dando paso a las carreteras y pistas forestales para el paso de vehículos, que hoy en día llegan a la mayoría de los lugares donde antes solo se podía acceder a través de los caminos de herradura.

Cuesta de los Garabatos del Camino del Zapo

Con la falta se uso o su uso inadecuado por vehículos de motor y la falta de mantenimiento, la mayoría de estos antiguos caminos de herradura, que han existido durante siglos, están sufriendo un progresivo deterioro que puede abocarles a desaparecer, si no se le pone remedio.

Camino del Barranco a la altura de la Rambla de los Zauces

Posiblemente, para evitar la desaparición de estos ancestrales caminos habrá que buscarles una utilidad y un rendimiento económico que permita su reconstrucción y conservación. Sin lugar a dudas, este uso alternativo no parece que sea otro que el convertirlos en SENDEROS para la práctica de actividades al aire libre, respetuosas con el medio ambiente, como pueden ser el senderismo, los paseos a caballo, etc. Para conseguir esta transformación y poner en valor algunos de estos caminos habría que restaurarlos, prohibir el transito de vehículos de motor, señalizarlos convenientemente, documentarlos y darles un poco de publicidad. Este uso podría hacer florecer otras actividades de Turismo Rural que ayudarían al desarrollo sostenible de nuestro Pueblo.

Ejemplos de señalización de Senderos